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Clik here to view.¿Existen canciones para torturar a alguien? ¿Quién podría ser tan sádico? Pues aunque parezca que no, los servicios de defensa militares y otras entidades han utilizado algunas de las canciones que menos esperarías para apretar “demasiado” los tornillos a sus víctimas.
Porque algunas de las canciones las escuchas día a día. Otras las escuchan los niños y algunas han sido el hit del momento. No hace falta componer una canción para sacar de quicio a nadie, basta con utilizar algunas de las melodías más conocidas de la manera adecuada para volver loca a una persona. Aunque esto parezca una broma, estas cinco canciones han sido utilizadas como tortura para uno u otro fin, y así están documentadas. Todo tiene su sentido y es que la música tiene propiedades increíbles capaces de alterar enormemente nuestro humor o nuestra capacidad cognitiva.
¿Por qué usar canciones para torturar?
Los torturadores e interrogadores de los servicios de defensa (o no) suelen emplear las canciones como arma adicional para romper la voluntad de sus víctimas. Normalmente la finalidad es obtener algún tipo de información. De cualquier manera, el método consiste en romper la fuerza de voluntad del interrogado que normalmente es bastante fuerte. Junto con técnicas de privación de sueño y otros juegos psicológicos al final consiguen su objetivo. Las canciones para torturar tienen un fin fundamental y es que la música suele variar nuestra percepción de las cosas de La música es capaz de alterar incluso nuestro estado fisiológico, como el ritmo cardíaco
manera que ayuda a romper la voluntad. Es como si añadiésemos un poco de aceite o vaselina a… algo que quisiéramos forzar.
La manera que tiene de afectarnos la música, el efecto que provoca, es objeto de estudio desde hace mucho tiempo atrás. Desde melodías para concentrarnos a efectos increíblemente poderosos, las ondas armónicas estimulan el cerebro. Los ritmos son capaces de cambiar nuestra fisiología (por ejemplo el ritmo cardíaco), los diferente sonidos estimular ciertas áreas del cerebro y, por supuesto, nos evocan diversos tipos de sentimientos (lo más difícil de explicar). La música no es cosa sola de seres humanos y varios estudios apuntan a que los animales también son capaces de disfrutar, y mucho, de la música.
La lista sádica
Estos títulos han sido reconocidos por diversas autoridades o víctimas como canciones para torturar. Así que si vas a escucharlos, lo haces bajo tu responsabilidad y no nos hacemos responsables de tu integridad mental. Por suerte, según afirman muchos psicólogos, la técnica de usar canciones para torturar no tiene secuelas a largo plazo. Aunque que se lo digan a alguna de las víctimas.
“Barrio Sésamo”
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